Los hechos acaecieron el pasado día 6 de diciembre dentro del parque cinegético
experimental "El Hosquillo" gestionado por la Junta de Comunidades de
Castilla la Mancha, localizado en plena serranía conquense y famoso por haberse
rodado dentro de sus confines varios episodios de la serie "El Hombre y la
Tierra" del malogrado Félix Rodríguez de la Fuente.
Pedro Jesús Lancha de 50 años y su esposa Encarnación Martín de 43 años se
encontraban acampados de manera ilegal dentro de la reserva cinegética,
practicando la acampada libre en conmemoración de su décimo aniversario de
boda.
Pedro Jesús, parado de larga duración, aficionado a la caza furtiva, ex
militante del Partido Comunista Español (P.C.E) y masón confeso, había traído
consigo su escopeta de caza, marca Víctor Sarrasqueta fabricada en Éibar,
heredada de su abuelo, cabe reseñar que la escopeta no disponía de ningún tipo
de documentación ni seguro, incluso el número de serie había sido semi borrado
con una lima, lo que dificultaba su lectura.
Pedro Jesús, gran aficionado a las películas de Rambo y a los documentales
de supervivencia de "Bear Grylls" llevaba mucho tiempo prometiendo
este viaje a su mujer y por fin el día 6 se instalaron en el parque.
El día había transcurrido con total normalidad la pareja estuvo practicando
el senderismo, cogiendo setas y colocando varios lazos trampa con veneno, para
capturar nutrias, habiendo dado unos excelentes resultados, al mediodía ya
habían capturado un buen número de hongos así como tres hermosos ejemplares de
nutria, que Pedro Jesús tenía pensado convertirlos en un sombrero bolchevique
para regalar a su señora.
Tras haber comido copiosamente nutria con setas, procedieron a echarse la
siesta dentro de la tienda de campaña, sería ahora cuando empezaría a fraguarse
el accidente, tras unos minutos de letargo Encarnación empezó a sentir ganas de
aliviarse, por lo que salió cuidadosamente de la tienda, en ropa interior, sin
efectuar ruido alguno, para no despertar a su marido, a unos 40 metros del
campamento se encontraba un arroyo que Encarnación encontró ideal para defecar.
El estreñimiento hacía que la deposición no fuese fácil, estando acompañada
de gritos y lamentos, esto fue lo que hizo despertar a Pedro Jesús que
interpreto estos ruidos como gruñidos de oso, raudo como una centella cogió la
escopeta y sin apenas divisar al supuesto oso confiando en la silueta negruzca
que ofrecía el animal efectuó dos disparos con cartucho de bala.
El supuesto oso resulto ser su esposa, que recibió un disparo lateral sobre
su nariz, arrancándosela de cuajo en el acto y el segundo disparo impacto en la
pierna derecha, atravesándola limpiamente sin tocar hueso.
Tras lo ocurrido Pedro Jesús se echo a su mujer a la espalda intentando
evacuarla el mismo por sus propios medios, pero tropezó con una piedra fracturándose
el tobillo derecho, no quedando mas remedio que alertar telefónicamente para
realizar el traslado, a los pocos minutos Encarnación fue trasladada en un
helicóptero medicalizado al hospital Virgen de la Luz de Cuenca donde se
encuentra fuera de peligro y evoluciona satisfactoriamente, esta misma mañana
se ha practicado una rinoplastia que ha recompuesto gran parte del apéndice
nasal perdido.
Según avanza la investigación se ha llegado a la conclusión de que gran
parte de culpa la tendría la propia Encarnación y su falta de higiene, llevaba
10 años si depilarse y cierto aspecto de oso tenía, estas son las palabras
textuales del Doctor Martínez quién la proporciono los primeros auxilios cuando
arribó al hospital.
Pedro Jesús evoluciona igualmente satisfactoriamente de su fractura y se
enfrenta a serios cargos por posesión de arma de fuego indocumentada, caza
furtiva con trampas y veneno y delito ecológico al arrojar sin justificación
alguna una lata de 5 litros de aceite desechable de su vehículo sobre el mismo
arroyo donde obró su mujer.
-Lo único que me preocupa es la salud de mi mujer, yo bien tranquilo estoy,
no creo que sea para tanto matar a tres o cuatro nutrias que prácticamente son
como ratas para hacerme un sombrero y tirar una "lateja" de aceite
usado a un arroyo, "Me cago en Dios", ni que fuera uno de la ETA, en
cuanto a la multa económica tampoco me quita el sueño no tengo un puto duro ni
nada puesto a mi nombre así que poco me van a quitar.
Este era el testimonio que el propio Pedro Jesús nos revelaba esta misma
mañana cuando le hemos preguntado si temía ir a la cárcel por las infracciones
cometidas.
Fotógrafia de Encarnación facilitada por el propio Pedro Jesús