Cuando la NASA inició la carrera espacial y el lanzamiento de astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionaban con gravedad cero. Con algo tenían que escribir, de alguna manera tenían que tomar sus más que importantes notas de todos los experimentos que se estaban planificando.
Para resolver este enorme problema, la NASA contrató a la compañía Andersen Consulting (actualmente Accenture) quienes tras invertir unos 12 millones de dólares y una década de tiempo resolvieron el problema: consiguieron desarrollar un bolígrafo que escribe con gravedad cero, de cabeza para abajo, de punta para arriba, debajo del agua, en prácticamente cualquier superficie, incluyendo cristal, y en variaciones de 0 a 150 grados Celsius…
Cuando una vez terminada la guerra fría los americanos preguntaron a los rusos como habían subsanado su problema de escribir en el espacio, su respuesta fue muy sencilla... con un simple lapicero, los americanos no podían dar crédito, habían dilapidado una auténtica fortuna en desarrollar un bolígrafo espacial cuando no era necesario, los soviéticos con un simple lapicero habían solucionado el problema de escribir en un entorno sin gravedad, esta es una de las mayores vergüenzas del programa espacial Americano que siempre se han encargado de ocultar, por suerte ellos mismo con su ineptitud se encargaron de revelarla.
Esta particularmente es una historia que me encanta y que demuestra la negligencia americana frente a la solvencia soviética.
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