El 23 de marzo de 1944, miembros de las resistencias italianas comunistas junto con miembros partisados pro soviéticos , mataron a 33 soldados alemanes y 4 civiles Italianos pertenecientes a una compañía de la SS. mediante, un atentado terrorista llevado acabo con una bomba oculta en un camión de basura mientras marchaban en formación por la Vía Rasella de Roma volviendo del campo a su cuartel tras realizar maniobras.
Hitler se enteró del suceso encomendando la tarea al Mariscal Albert Kesselring mandando ejecutar como represalia 10 italianos por alemán muerto, aunque al final se redondeó la suma a 335 civiles. Se eligió a Herbert Kappler para confeccionar la lista que se realizó con presos condenados a muerte en espera de ejecución, presos en espera de juicio pero cuya sentencia conllevaría la pena de muerte, 75 judíos detenidos en espera de recibirse la orden de deportación a campos de exterminio y personas recientemente acusadas de terrorismo pero dejadas en libertad por falta de pruebas. Los presos se encontraban en diversas cárceles romanas que dependían del mando militar alemán, de las SS, del gobierno italiano y de una formación paramilitar fascista. El 24 de marzo, el teniente Priebke y Karl Hass, también de la SS, con camiones facilitados por el ejército alemán, llevaron a los seleccionados a las Fosas Ardeatinas, unas minas abandonadas en el extraradio de Roma, y los introducían en ellas en grupos de a 5, ejecutándolos con tiros en la nuca. Ingenieros del ejército alemán sellaron a continuación las entradas a las minas.
Erich Priebke al igual que multitud de soldados y oficiales participo en la matanza matando a 5 personas por médio de su Luger mediante tiro de gracia en la nuca al mas puro estilo de la banda armada ETA.
Actualmente el antiguo teniente de las SS tiene 99 años de edad y es el único prisionero vivo que cumple condena en Italia donde lleva mas de 18 años de arresto domiciliario.
Su condena me parece fuera de lugar, puesto que a fin de cuentas se limito a recibir ordenes directas de Hitler y del Mariscal Kesselring, quién comunico de una manera muy sencilla a los ejecutores, que el que se negara a disparar acabaria con una bala en la nuca.
Ahora decirme sinceramente que hubierais hecho vosotros en esa situación.
Yo en mi caso particular me hubiera negado a ejecutar las órdenes, prefiriendo recibir un balazo en la cabeza que acabara con mi vida, creo que los principios católicos de una persona siempre deben ser mas importantes que la propia vida de uno mismo.
Asi pués por caridad cristiana exijo al papa de Roma, que al igual que este hombre, también participo en la contienda bélica, que interceda por la liberación de este chaval, ya que es una pena que estando en la flor de la vida su vida se consuma cual joven gorrioncillo enjaulado.
VIDEO DE MENSAJE NAVIDEÑO A SUS CAMARADAS ALEMANES
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